Adeus Doutor Sócrates, el médico de la Samba Canarinha

Sócrates, el futbolista-médico-filósofo de la selección brasileña, fue la barba más famosa del fútbol mundial, uno de los más dotados y geniales mediocampistas de la historia y el gran capitán de la orquesta del balón que fue la Seleção Canarinha de la Copa Mundo 1982.

Me levanté este domingo con la noticia de su muerte en la madrugada de Sao Paulo debido a una infección intestinal y mi memoria agradecida por su toque brillante y su imagen de líder y humanista, me obliga a dedicarle este blog desde lo profundo de mi amor por el fútbol más sinfónico del mundo y uno de sus grandes maestros.

Hay nombres que marcan el fútbol y el de Sócrates Brasileiro Sampaio de Sousa Vieira de Oliveira, tiene un lugar privilegiado junto a los mejores mediocampistas de la historia.

Sócrates, el médico del balón (Foto: catflapfootball.com)

Sócrates, cerebral futbolista brasileño, médico, intelectual y humanista.

Sócrates fue un filósofo ateniense (469-399 A.C.), considerado el padre de la dialéctica y el debate, de la ética y la epistemología. Maestro de Platón y fundador de las bases de la filosofía occidental, su nombre sonoro y sus conceptos los aprendimos todos en el colegio y nos abrieron el universo de la moral y de la lógica.

Más de 2.000 años después, en Belém do Pará, la puerta a la desembocadura del río Amazonas, nació otro Sócrates, médico, filósofo y futbolista genial y universal. Imagino que su padre, amante de la Grecia antigua, lo bautizó previendo que sería uno de los cérebros de un fútbol de otra galaxia que conquistaría las canchas y dictaría cátedras inolvidables, dirigiendo la orquesta sinfónica brasileña en la Copa Mundo en España; la Seleção 1982.

Impecable cabeceador (Foto: sport-heroes.net)

Esa escuadra hace parte de los campeones sin corona, aquellos equipos que eran los mejores pero no completaron la sinfonía, como los “Magiares mágicos” de Hungría con Ferenc Puskás en 1954, la “Naranja mecánica” holandesa de Johan Cruyff en 1974, y luego en 1986 los “Azules franceses” de Michel Platini.

Después de las Escolas de Samba brasileñas campeonas en 1958 en Suecia y en 1970 en México, el país añoraba nuevas glorias futbolísticas mientras que sus pilotos en Fórmula Uno, Emerson Fittipaldi y Nelson Piquet, llevaban en alto la bandera verde amarilla del “Ordem e Progresso” esperando la vuelta del “jogo bonito”.

Y en 1982 en España durante el primer Mundial con 24 equipos, fue el gran momento de Sócrates y de Telê Santana dirigiendo una “canarinha” de antología; combinación casi perfecta de talento y fútbol ofensivo, una maravillosa máquina de toque efectivo y un concierto de inteligencia con el balón.

Sócrates fue el capitán de ese extraordinario equipo que tenía la magia del Brasil-70 de Pelé, Tostao, Gérson, Clodoaldo, Carlos Alberto, Jairzinho y Rivelino. Ahora las nuevas figuras eran Zico, Falcao, Dirceu, Toninho Cerezo, Júnior, Edinho y Roberto Dinamita.

Pero esa selección que debería haber sido campeona fue una sinfonía inconclusa que interrumpió en uno de los mejores partidos de la historia del fútbol un inspirado Paolo Rossi ,quien meses antes había sido exhonerado del escándalo de apuestas y partidos arreglados en Ialia -“affaire du Totonero”- para poder unirse a “l’Azurra”.

Nunca he olvidado ese encuentro en el estadio de Sarriá en Barcelona, que seguí en televisión con mis compañeros de la redacción de Radio Caracol en Bogotá. Como latinoamericanos queríamos a Brasil campeón y nos quedamos esperando el empate que lo clasificaba a las semifinales. Rossi destruyó mi sueño.

Sócrates fue un futbolista atípico, diferente. Flaco y longilíneo, sobresalía en cualquier cancha con su altura (1.93 cms) y su barba de profeta, que portaba desde su juventud como señal de su aprecio por Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara; los barbudos de la revolución cubana. De hecho bautizó Fidel a uno de sus hijos. De tranco rápido y elegante, sus aceleraciones eran prodigiosas y letales con su pie derecho, su visión del espacio en la cancha era única para hacer pases precisos y gracias a su gran salto, los cabezazos eran letales.

Caso raro en el fútbol moderno, empezó a jugar profesionalmente tarde, a los 20 años, cuando estudiaba medicina y filosofía en la Universidad de Ribeirão Preto, al nor-occidente de Sao Paulo. Le gustaba ser delantero y de allí su vocación ofensiva que mostró posteriormente como mediocampista. Pero Sócrates, a pesar de su flacura, no entrenaba fisícamente como sus compañeros para hacer musculación porque decía que no era boxeador y que “el fútbol es un juego mental”.

La Democracia Corintiana de Sócrates (Foto: oglobo.com)

Su primer equipo (1974-1978) fue el Botafogo y luego pasó al Corinthians de Sao Paulo (1978-1984), donde adelantó además su activismo político contra la dictadura, creando con sus compañeros Casagrande, Wladimir y Zenón, el movimiento Democracia Corintiana. Se considera que este ha sido el mayor movimiento ideológico en la historia del fútbol brasileño, que buscaba que las decisiones de contratos, reglas de concentración y salarios básicos, se tomaran por votación entre jugadores y directivos.

Pero además, los futbolistas del club, jugaban portando camisetas con mensajes políticos como “diretas-já” (elecciones presidenciales directas), “eu quero votar para presidente” (quiero votar para Presidente) y Democracia. Para los militares fueron momentos incómodos y al club le pidieron moderación porque su celebración de los goles arrodillado y elevando sus manos al cielo, se hicieron famosas con la camiseta portando leyendas de oposición. El club lo alentó entonces a celebrar aún más estruendosamente.

Los logros de este movimiento que tenía como lema “ganar o perder pero siempre con Democracia”, tuvieron posteriormente gran alcance para los jugadores y a nivel político, porque después de 21 años de un régimen militar que respaldó Estados Unidos y la CIA, la democracia volvió a Brasil en 1985. Sócrates, nacido el 19 de febrero de 1954, había vivido 20 años en dictadura y luego de poner su grano de arena, en ese momento histórico jugaba con el Fiorentina en Italia, donde no se destacó. Pero su figura es respetada y apreciada y hoy Fiorentina jugó su encuentro del campeonato italiano portando un brazalete negro en señal de duelo por su muerte.

Liderazgo indiscutible (Foto: sport.webtomorrow.info)

En la Copa Mundo de 1986 en México, Sócrates participó, de nuevo con Zico y Falcao, pero no fue el capitán. Su fútbol ya no brillaba tanto, había estado afectado por lesiones y su ritmo de vida había empezado a pasarle factura. En cuartos de final, Francia con Platini a la cabeza empató 1-1 con Brasil y lo venció (4-3) en disparos desde el punto penalty. Sócrates perdió el suyo ante Joël Bats.

De vuelta a casa, entre 1986 y 1987 jugó con el Flamengo. Igual que Gérson, de la selección campeona en México-70, Sócrates era un empedernido fumador, pero además bebía mucha cerveza. Siempre dijo que estas dependencias no habían interferido con su carrera -que terminó sin gloria en el club Santos en 1989- apenas 15 años después de su comienzo y relativamente jóven, a los 35 años. Luego reconocería que probablemente habían influído en sus problemas de salud.

Se dedicó a la medicina en Ribeirão Preto, donde vivía con su esposa y sus seis hijos. Además, Sócrates era líder social sobre liderazgo y relaciones humanas, consultor en proyectos sociales y culturales, columnista en periódicos y revistas sobre temas políticos y sociales y comentarista de fútbol para la televisión. Su hermano menor Raí, quien fue ídolo en el Paris Saint Germain, participó en el mundial de 1994 y en total jugó 51 partidos y anotó 17 goles con la selección brasileña.

En lo que constituye una extraña parodia del fútbol. Sócrates aceptó en 2004, a los 50 años, gordo y pasado de kilos, un contrato de un mes como entrenador-jugador del club Garforth Town en Yorkshire, de la liga Northern Counties East, el octavo nivel en la escala del fútbol británico. Jugó por única vez el 20 de noviembre los últimos 12 minutos del encuentro contra el Tadcaster Albion. El estadio del equipo, fundado en 1964 en el Pub local Miners Arms y con capacidad para 3.000 personas, tuvo lleno total. “Fue muy alegre y simpático”, dijo Sócrates, que hasta hoy es el jugador más ilustre del club junto al delantero Careca, su compatriota y compañero en la selección mundialista de 1986, que a los 45 años, en 2005, jugó con el club un amistoso contra el Guiseley de la misma liga.

Un brasileño comprometido (Foto: TV Globo)

"Sócrates fue un campeón de la ciudadanía", Dilma Rousseff, presidente de Brasil.

Otro legado de Sócrates también quedó inconcluso. En el momento de su muerte trabajaba en la escritura de un libro de ficción sobre la próxima Copa Mundo 2014 en Brasil. La idea era utilizar como carácteres a extranjeros que vienen al mundial de fútbol y viajan por el país, y mostrar a Brasil como un lugar en el que todo el que llega encuentra el amor.

“El campeonato será pura ficción con una final Brasil contra Argentina que gana Argentina 2-0 con ambos goles anotados por Messi”, dijo Sócrates hablando del libro. Será esta final imaginaria de su libro inconcluso la premonición de un nuevo “maracanazo“?

Mientras tanto, en la última jornada del torneo el Corinthians empató este domingo 0-0 con el Palmeiras y consiguió el quinto campeonato nacional en su centenaria historia en el fútbol brasileño. Previo al encuentro, en las tribunas y la cancha, los hinchas levantaron el brazo derecho en alto con el puño cerrado en homenaje al gran Sócrates, quien no alcanzó a ver la vuelta olímpica en el estadio de Pacaembú. Hacía varias horas estaba en el Olimpo del fútbol.

No creo en que se pueda anticipar el futuro pero si estoy seguro de que Sócrates deja un legado que jamás se perderá; el arte del fútbol excelso, la fuerza de liderazgo, las ideas para una sociedad mejor y el compromiso con mejorarla. Obrigado Doutor!

* Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, nació en Belém do Pará el 19 de febrero de 1954. Jugó inicialmente como delantero y luego fue mediocampista atacante. Integró 60 veces la selección brasileña e hizo 22 goles. En total, jugó 297 partidos en su carrera e hizo 172 goles. Murió este domingo 4 de diciembre en el hospital Albert Einstein en Sao Paulo, a los 57 años, de una infección intestinal después de una septicemia producida durante una operación en agosto pasado. Integrante del Salón de la fama del fútbol brasileño, es considerado uno de los grandes mediocampistas de la historia y uno de los mejores 100 jugadores mundiales por la revista World Soccer.

2 comentarios en “Adeus Doutor Sócrates, el médico de la Samba Canarinha”

  1. Juan c salgado dice:

    Un escrito muy agradable y con información valiosa… Un gran homenaje para uno de los grandes del fútbol

  2. FRANCISCO MORA BOSCH dice:

    un gran jugador fue SOCRATES…recuerdo el mundial de ESPAÑA 1982, QUE DESLUMBRÓ CON SU PORTENTOSA TECNICA, CON LOS CEREZO,FALCAO, ZICO Y TANTOS OTROS…..descanse en paz, uno de los mejores futbolistas que ha dado el mundo del fútbol.